¿Sería Simone de Beauvoir partidaria de un referéndum en Cataluña?
Nerea
Calatayud y Esther Cámara 2º BACH A
Para la elaboración de este ensayo nos basamos en el análisis de unos de los primeros fragmentos de la introducción de El Segundo Sexo.
¿Sería
Simone de Beauvoir partidaria de un referéndum en Cataluña?
El
deseo de la Independencia en Cataluña no es nada nuevo, los
catalanes han tenido desde siempre un sentimiento independentista
establecido, sin embargo ha sido en los últimos 20 años en los que
este sentimiento ha ganado fuerza entre el pueblo. Es por esta razón
por la que, se han desarrollado en Cataluña movimientos
nacionalistas, es decir, movimientos que tienen como idea fundamental
la visión de Cataluña como una nación, independiente de España.
Esto ha llevado a que en la actualidad haya conflictos entre el
Estado y Cataluña, donde se ha llegado al punto de querer realizar
un referéndum.
La
Introducción al libro El
segundo sexo
ofrece un esbozo íntegro de los temas fundamentales del ensayo, de
las primordiales preguntas que la autora se propone, así como de las
respuestas que van a desenvolverse en este. Por lo tanto, en el texto
1, se plantea la pregunta: ¿Qué es una mujer? Así como la
Introducción al ensayo parte de un estudio personal de la autora en
relación al análisis que va a desarrollarse -la manifestación de
sus propias dudas respecto al trabajo que se ha planteado-, en el
texto 1 la búsqueda de respuesta para la pregunta enunciada también
empieza desde su propia experiencia vital: “es significativo que me
lo plantee. A un hombre nunca se le ocurriría escribir un libro
sobre la particular situación que los varones ocupan en la
humanidad”, nos dice.
Simone
de Beauvoir, una mujer filósofa, se plantea como problema lo que
supone para ella, o para otra mujer cualquiera, ser reconocida como
tal. Es muy improbable que un filósofo varón llegue a plantearse
esta cuestión. Ser hombre no se vive como situación que genere
particularidades que deban tenerse en cuenta en ningún momento o
sobre las que haya que reflexionar. Lo que esta filósofa muestra por
primera vez, es que se reconoce el punto de vista del hombre, con el
del ser humano universal: “el hombre simboliza a la vez el positivo
y el neutro hasta el nivel de que se dice “los hombres” para
designar a los seres humanos en general”. En cambio, no ocurre lo
mismo con el punto de vista femenino, que es considerado e, incluso,
es vivido como punto de vista particular: “La mujer aparece como el
negativo, de tal forma que cualquier determinación se le impone como
limitación, sin correspondencia”. Es de ahí de donde obtenemos,
la demostrativa anécdota de: “usted piensa eso porque es mujer”.
Aquí, el hombre se convierte en el tipo humano objetivo y absoluto,
y a partir de él, toda la especie es definida, y es su visión del
mundo la que define la “auténtica y objetiva” visión de este
mismo. “El hombre olvida con soberbia que su anatomía también
comporta hormonas, testículos... Concibe su cuerpo como una relación
directa y normal con el mundo, el cual cree aprehender en su
objetividad mientras que valora que todo lo específico del cuerpo de
la mujer lo estabiliza, y por lo tanto,
es un obstáculo, una prisión”.
Simone
de Beauvoir relacionaría el caso de la independencia de Cataluña
con el tema del hombre y la mujer. En este caso, el hombre que
representa lo positivo y absoluto se identifica con el Estado
español, no permitiendo a los catalanes poder realizar el referéndum
para saber la opinión de los españoles. Por otro lado se identifica
a los catalanes con la mujer, es decir, con lo negativo, impidiendo a
estos y al resto de españoles poder expresar sus opiniones sobre la
independencia.
El
primer dato mostrado es la falta de simetría de las categorías
hombre-mujer. El término “mujer” determina una limitación, una
cierta carencia que está vinculada a sus características
fisiológicas, que condicionaría la percepción del mundo de esta.
Los hombres y las mujeres no constituyen dos categorías simétricas.
Es decir, no se da el reconocimiento mutuo: “Él es Sujeto, el
absoluto: ella es la Alteridad”. Un varón se constituye en Sujeto
tanto de acción como de percepción, frente a la posición de
Alteridad a que quedan apartadas las mujeres. Una mujer es ese ser
humano que no es el varón, sino que está condicionado a ser otro
con respecto a aquel. Sin embargo, no es posible la proposición
inversa, el varón no tiene la condición de ser otro en relación a
ella, porque este representa el modelo absoluto, respecto al cual la
mujer se distingue por alguna carencia o déficit. La mujer, siendo
la alteridad, no es concebible ni definible por ella misma sino en
relación al varón el cual es el polo de referencia.
En
este caso, Beauvoir establecería la comparación entre la relación
hombre-mujer y la relación entre catalanes y el Estado Español, que
se identifican con Alteridad y Sujeto respectivamente. Por lo tanto,
los catalanes estarían condicionados a ser otros respecto al Estado
Español, el cual representa el modelo absoluto. Además, los
catalanes no podrían definirse por ellos mismos sino en referencia
al Estado Español.
El
cuarto párrafo del texto Introducción, trata de la categoría de
OTRO, la cual es considerada tan originaria como la conciencia misma,
porque es a través de la oposición con la otra conciencia como
somos conscientes de nosotros mismos. Simone de Beauvoir afirma: “la
alteridad es una categoría fundamental del pensamiento humano.
Ningún colectivo se define nunca como Uno sin ubicar inmediatamente
al Otro frente a sí”. Esta filósofa, apoya su tesis en estudios
de diversas culturas y en antropólogos. Además, se sirve de la idea de que la existencia humana no es un vivir con, un
mitsein, basado en la solidaridad y la amistad, siguiendo a
Hegel, para explicar que se da una hostilidad fundamental respecto de
cualquier otra conciencia. El sujeto humano “pretende
afirmarse como esencial y convertir al otro en inesencial, en
objeto”. Y así, este último ha sido el papel de la mujer. En este sentido hemos de matizar que Simone utiliza un análisis que hace Hegel de la figura del amo y esclavo para describir la situación de la mujer en una sociedad patriarcalista, que Simone combate desde su planteamiento filosófico.
La
Alteridad es una condición fundamental del pensamiento humano y un
elemento constituyente de la realidad social. Es una categoría
relativa: el otro siempre puede convertirse en sujeto, y el sujeto
pasar a ser el otro desde el nuevo punto de vista. Pero no se aplica
tal semejanza al hombre y a la mujer: solo es aplicable a las mujeres
porque los hombres, se identifican con el modelo absoluto respecto al
cual se diferencian ellas. Y este deficiente uso de la categoría es
lo que se plantea como problema, como nos explica en el párrafo 5:
¿por qué ellas aceptan un calificativo desde el que, por
definición, no es posible invertir el punto de vista? El significado
del término mujer es justamente ser otro, la Otra, sin ningún
cambio posible, alteridad pura. “¿Por qué las mujeres no objetan
la autoridad masculina?” ¿Por qué han aceptado oprimirse al punto
de vista ajeno? Se llega así al segundo gran interrogante
beauvoireano: ¿Por qué la mujer es la Alteridad, inalterablemente?
“¿De dónde le viene a la mujer esta sumisión?”.
Después
de analizar en profundidad el tema, hemos llegado a la conclusión de
que Simone de Beauvoir sí que sería partidaria de un referéndum en
Cataluña. Si nos preguntásemos cuál es la posición del pueblo
español ante esa independencia de Cataluña, muchos ciudadanos
estarían a favor de su independencia, sintiéndose la mujer, la
otra, el esclavo. Sin embargo, la otra parte de los ciudadanos no
estarían de acuerdo con la independencia, asignándose como el
hombre, el sujeto, el amo, etc. Por esta misma razón, Beauvoir
estaría de acuerdo en realizar ese referéndum para aprobar o no la
independencia de Cataluña, para potenciar la máxima libertad a los
ciudadanos y que puedan mostrar su opinión al respecto de esta
cuestión.
En
conclusión, Simone de Beauvoir plantea el problema que supone para
una mujer ser reconocida como tal, tratando la ausencia de simetría
entre hombres, lo positivo, y mujeres, lo negativo. Él es el Sujeto,
y ella la Alteridad, lo que hace que esta no pueda definirse por sí
misma y depender de él. Finalmente, Beauvoir trata la categoría
“Otro”, el cual es convertido por el Sujeto en algo inesencial,
quedando así como un objeto.
Muchas gracias Esther y Nerea, por
vuestro esfuerzo. Habéis elaborado un ensayo bastante riguroso del
texto que os he pedido. Enhorabuena. Vuestro tesón y coraje, estoy
convencido, os llevará lejos. No obstante, quisiera haceros una
llamada de atención respecto a la siguiente afirmación:
Además,
expone la idea de que la existencia humana no es un vivir con, un
mitsein, basado en la solidaridad y la amistad, sino, siguiendo a
Hegel, sostiene que se da una hostilidad fundamental respecto de
cualquier otra conciencia. El sujeto humano “pretende
afirmarse como esencial y convertir al otro en inesencial, en
objeto”. Y así, este último ha sido el papel de la mujer. Simone
no piensa como Hegel, utiliza un análisis que hace Hegel de la
figura del amo y esclavo para describir la situación de la mujer en
una sociedad patriarcalista que Simone combate desde su planteamiento
filosófico.
Distinguidos discípulos de Simone, para poder responder esta pregunta, vuestra filósofa se hace servir de un claro ejemplo entre el hombre y la mujer. El hombre representa algo positivo y se identifica con el Estado español, que impide a los catalanes poder realizar ese referéndum necesario para llevar a cabo la independencia de Cataluña. Por otro lado, los catalanes se asocian con la figura de la mujer, es decir, con la parte negativa, impidiendo a la población dar su opinión ante esta situación de independencia. Simone lleva a cabo una relación entre hombre - mujer y catalanes - Estado español. Por lo que llega a la conclusión de que los catalanes estarían condicionados a ser otros respecto al Estado, quién representa el modelo absoluto. Por lo tanto, Simone sí que sería partidaria de un referéndum en Cataluña. Ángel Fernández y Juan Belda 2º Bach A.
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