LECTURA FEMINISTA DE LA DIALÉCTICA HEGELIANA DEL AMO Y ESCLAVO ¿Sería la posición de Beauvoir favorable a la gestación subrogada?
Por Esther Cámara y Nerea Calatayud 2º A.
LECTURA
FEMINISTA DE LA DIALÉCTICA HEGELIANA DEL AMO Y ESCLAVO
¿Sería la posición de Beauvoir favorable a la gestación subrogada?
La gestación
subrogada, consiste en que una pareja que no pueda tener hijos por sí
misma, pueda hacerlo valiéndose del útero sano de una mujer fértil,
en
este sentido, la maternidad subrogada,
es
un debate de plena actualidad en España. Si nos remontamos en la
historia observamos que, desde su comienzo como práctica comercial
en 1970, suscitó fuertes críticas llegando a ser ilegalizado en
varios países, entre ellos España. En algunos países, Nueva
Zelanda, Canadá, Australia, Holanda o el Reino Unido, está
permitida siempre y cuando no conlleve una contraprestación
económica; en otros, Israel, India, Rusia, Ucrania, esa fórmula es
aceptada. En ambos casos, la legislación incluye reglas para
proteger los derechos de todas las partes involucradas. Las críticas
a este modo de reproducción son básicamente de carácter moral y
suponen una evidente y poco justificada limitación de la libertad
individual, de los acuerdos voluntarios realizados entre seres
adultos y racionales. Pero
para analizar este problema con más profundidad recurramos a la
filosofía de Simone de Beauvoir y cómo ella analiza la figura del
amo y el esclavo en Hegel.
Hegel
parte de una posición idealista. Según este filósofo, la realidad
última está constituida por una entidad inmaterial, incondicionada
y absoluta. Hegel denomina Espíritu a esta realidad suprema, que
abarca a todo lo que existe y es el origen de todas las cosas. Creía
que el avance del Espíritu en el tiempo está impulsado por un
enfrentamiento entre posiciones contradictorias, que sin embargo no
se cancelan entre sí, sino que actúan como motor de la historia.
Hegel utilizaba el término dialéctica para describir este progreso
que se origina como resultado de una constante lucha entre opuestos.
Para comprender el significado de la dialéctica, debemos distinguir
los tres momentos en los que se articula este proceso. En primer
lugar, partimos de una posición de partida, llamada tesis, que
con el paso del tiempo produce, a partir de sí misma,
la posición opuesta, conocida como antítesis. Por ejemplo, existe
un principio o tesis que defiende la existencia del derecho a la
paternidad. Por contra, la antítesis sería que la reproducción
humana es un fenómeno biológico y esta depende de unas condiciones
y no de un derecho. De
esta confrontación surge, la síntesis,
que consiste en una resolución
entre ambos, la cual es una superación que niega las dos posiciones
anteriores, a la vez que integra sus diferencias. En este caso, como
síntesis se establece que es igual de respetable creer o no que la
procreación debe ser producto de la biología o meramente de la
voluntad; por lo que mediante la táctica hegeliana se permite
introducir la voluntad en la legislación sobre la maternidad
subrogada. El proceso no se detiene aquí ya que la síntesis pasa a
convertirse en una nueva tesis, por lo que se generará una
antítesis, impulsando así el movimiento de una espiral sin fin.
Esta
filósofa existencialista plasma su pensamiento en su libro “El
segundo sexo” donde se trata la desigualdad entre hombres y
mujeres. Según Simone de Beauvoir, la perspectiva del hombre está
asociada a la objetividad, ya que es considerada como un punto de
vista objetivo y neutro. Los hombres son destacados por sus
características como persona y las acciones que realizan, dejando en
un segundo plano el hecho de ser hombre. En cambio, la cualidad
principal de la mujer es esta misma, ser mujer. Se resalta, sobre
todo, su condición de mujer. Por ejemplo, cuando se habla de cine o
literatura, si un hombre ha dirigido una película o ha escrito un
libro, nunca se aclara que ha sido realizado por un hombre,
simplemente es una película o un libro. Por el contrario, si se
trata de una mujer la que dirige una película o publica un libro,
hablamos entonces de “cine de mujeres” o “literatura de
mujeres”. Por eso, la mujer está asociada a la subjetividad;
además, se considera que tiene un punto de vista distinto al
establecido por los hombres, que sería el objetivo. Por tanto,
Beauvoir afirma que hombres y mujeres no pueden definirse
simétricamente y que no son polos opuestos. Entonces, el varón se
define como “él mismo”, dejando a la mujer el papel de “la
otra”.
Simone
de Beauvoir utiliza los términos hegelianos “sujeto” y “otro”
para explicar la categorización de personas, que se relacionan de
manera desigual e injusta. En este caso, la mujer depende y vive una
situación de inferioridad frente al hombre, que se identifica como
lo humano. Por contra, la mujer es lo inesencial frente a lo
esencial, que es el hombre. Él es el “sujeto”, el Absoluto y
ella es la Alteridad o lo “ otro”. Ser sujeto consiste en ser
consciente de sí mismo y tener plena libertad. El reconocimiento de
un sujeto requiere que se afirme como tal frente al resto. El resto,
por tanto, tendría el papel de “otro”. El problema se forma
cuando los hombres se afirman como sujetos, dejando a las mujeres el
papel de “otras” y estas no son capaces de identificarse como
sujetos, por lo tanto, se someten a un punto de vista ajeno. Beauvoir
se encarga de investigar los motivos que causaron que las mujeres no
pudiesen reivindicar su papel de sujeto y quedaran bajo una situación
de dependencia e inferioridad frente a los hombres. Por consiguiente,
los hombres asumieron el poder social y la autoridad. Por esta
razón, Simone de Beauvoir estaría en contra de la gestación
subrogada ya que este hecho calificaría a la mujer como un simple
objeto de reproducción solamente por el hecho de ser mujer. Esta
reconocía que, para poder ser libres, las mujeres debían renunciar
a la maternidad, o en su defecto, asumir la
maternidad desde la libertad y no desde una presión biológica,
social, cultural o de cualquier otra índole.
Para
mostrar el tipo de relación jerárquica que se establece entre
hombres y mujeres, Simone de Beauvoir lleva a cabo una similitud con
la relación entre los amos y los esclavos. Desde el comienzo de la
historia ha habido dominadores y dominados. Una entidad reconocida,
el amo, y una entidad reconocedora, el esclavo. Ese esclavo deja de
ser una entidad autónoma y se convierte en algo cosificado por el
amo. Los amos sometían por la fuerza a otras personas con el
objetivo de que trabajasen para ellos, sin importarles que esto
suponía despojarlos de su libertad. Simone de Beauvoir recurre a la
filosofía hegeliana, que califica como útil por partida doble. Esta
filosofía, en primer lugar, muestra la oposición en la construcción
de la consciencia misma. Por ejemplo, cuando un extranjero nos
visita, lo constituimos como otro, extraño, del mismo modo, cuando
nosotros salimos al extranjero, somos conscientes de que somos
constituidos como otros, o extraños, para los nativos de ese
territorio. Del mismo modo, el amo para ser amo necesita el
reconocimiento del esclavo y la sumisión de éste, sin este
reconocimiento y sumisión, el amo nunca sería amo, por su parte, el
esclavo, a cambio de esa sumisión y reconocimiento del señor, se
beneficia de la protección que el amo le brinda. En la relación
hombre-mujer, que se considera como una relación entre conciencias,
la mujer asume el rol de esclavo respecto al varón, sin cuestionar
la legitimidad de este vasallaje, los hombres necesitan que las
mujeres interioricen esta realidad y crean que necesitan de ellos
para poder vivir. Para convencerlas de ello, los hombres se encargan,
por ejemplo, de protegerlas, tratando de hacerles ver que sin ellos
no vivirían seguras. Esta relación implica muchas consecuencias. La
primera es que la verdadera y auténtica acción nace de la negación
de ese vínculo de dependencia por parte del esclavo que quiere
acabar con la supremacía (superioridad absoluta) del amo, para
reivindicar su libertad. Pero esta reacción que ocurre en el caso
del esclavo Simone de Beauvoir se lamenta de que no ocurra en el caso
de la mujer, que viene condicionada por un pasado lejano y por otras
circunstancias, quedando así recluida en su condición de otra o
esclava. Basándonos en este contenido, Simone de Beauvoir compara la
situación de la mujer al ceder su vientre con la de un esclavo. Esto
significa que refleja la situación del esclavo en la mujer,
otorgando a esta la obligación de por el hecho de ser mujer tener
que gestar sin tener decisión sobre ello.
A
continuación, se establece la distinción de tres momentos en la
relación entre hombres y mujeres. Aunque la autora no se haya
referido a ellos explícitamente, se han establecido para entender
mejor su carácter dialéctico. En el primer momento, los varones
pueden decidir libremente sus propias acciones para conseguir ciertos
fines, arriesgando su vida en situaciones peligrosas. Por otro lado,
se encuentra el segundo momento de la dialéctica, en el cual las
mujeres reconocen el valor de los hombres, ya que creen que ellas
mismas son incapaces de realizar esas acciones. Por tanto, los
varones consiguen un cierto prestigio frente a las mujeres. Ellas no
pueden ser partícipe de las acciones realizadas por los hombres, ya
que no son libres. La mujer es, desde el punto de vista del hombre,
la otra, ya que no es reconocida por él como una igual. En el tercer
y último momento, las mujeres se ven sometidas por los varones,
aprovechándose del poder que estos poseen, y viven bajo su
protección. Algo que resulta llamativo de la relación hombre-mujer
es que entre ellos nunca hubo un enfrentamiento (como si lo hubo
entre amos y esclavos) ya que la mujer reconoció el valor de los
hombres y se vio incapaz de realizar sus mismas acciones.
Ya
desde las antiguas sociedades, las mujeres no participaban en
acciones que suponían poner en riesgo su vida. El hecho de que se
considerasen únicamente útiles para reproducirse y tener
descendencia supuso un gran problema para el desarrollo existencial
de estas, que no podían entonces ni decidir ni tener el control de
su propia maternidad. El reconocimiento social que tenían los
valores por realizar acciones que ponían en peligro su vida y su
situación de supremacía derivó en la creación de un sistema de
opresión sobre las mujeres, conocido como el patriarcado. La
organización y desarrollo de esta forma de organización social,
donde las mujeres pasan a un segundo plano en casi todos los ámbitos
y los hombres son los que toman el control, y por consiguiente
mandan, pasa por distintas fases a lo largo de la historia, siendo un
sistema muy difícil de desmantelar.
Como consecuencia del patriarcado, las mujeres viven en una situación
con enormes desventajas frente a los hombres. Como no existe una
igualdad entre ambos sexos, las mujeres tiene que comportarse
correctamente con los hombres para poder seguir adelante, ya que por
ellas mismas no se ven capaces de poder hacerlo. Por tanto, esta
acepta el papel de alteridad u otra en la sociedad. Simone de
Beauvoir se niega a aceptar que las mujeres sean un simple objeto que
únicamente sirva para reproducirse y para tener descendencia por lo
que creemos que no estaría a favor de que se legalizase la
gestación subrogada.
Beauvoir
defiende que, para que las mujeres puedan emanciparse, deben
deshacerse totalmente de los hombres. Su objetivo debe ser
poder decir “nosotras” y esto requiere elementos identificatorios
que provoquen la unión entre ellas. Por otra parte, el vínculo que
une a hombres y mujeres no es equiparable a otras relaciones entre
opresores y oprimidos, porque la mujer, como otra, y el hombre, como
sujeto, se necesitan mutuamente (ella le necesita a él para
sobrevivir, él la necesita a ella para tener descendencia y ocuparse
del desarrollo de sus descendientes), llegando a establecer un fuerte
vínculo. Además, el hecho de que las mujeres (oprimidas) tengan
esta relación con los hombres (opresores) puede ofrecerles ventajas,
ya que reconocerse como sujeto implica ser responsable de los
proyectos hechos personalmente desde la propia libertad y requiere un
esfuerzo moral por parte de las mujeres. Beauvoir es muy clara al
sintetizar el método que se ha de seguir para romper esta relación
de vasallaje. Las mujeres han de ser capaces de reconocerse como
sujetos. Cuando logren hacerlo, podrán tener lugar el reconocimiento
recíproco que dará lugar a una relación de igualdad entre hombres
y mujeres. La emancipación de las mujeres solo será posible cuando
decidan con plena libertad sobre su cuerpo y tengan autonomía y una
condición de igualdad con los hombres. Beauvoir realizaría un símil
con el hombre y la maternidad ya que para poder alcanzar la libertad
debe deshacerse de ambas. Por lo tanto, su postura sería en contra
de la gestación subrogada.
En
conclusión, Simone de Beauvoir hace uso de la dialéctica hegeliana,
donde a una afirmación le corresponde su respectiva negación y al
choque entre ambos, una solución, la cual para el problema de la
gestación subrogada sería implantar la voluntad en la legislación
de esta. En su libro “El segundo sexo”, Beauvoir retrata la
desigualdad entre hombres y mujeres utilizando los términos “sujeto”
y “otro” para referirse a ellos respectivamente. Por otro lado,
esta filósofa lleva a cabo una comparación entre la relación de
amos y esclavos y la relación de hombres y mujeres. De esta forma
establece una similitud entre la mujer sometida a la gestación
subrogada y un esclavo. Además, explica los tres momentos de la
relación hombre-mujer. Finalmente, Beauvoir trata de comprender las
circunstancias históricas que han condicionado esta relación y
reflexiona sobre cómo acabar con la misma para que las mujeres sean
capaces de emanciparse, deshaciéndose tanto del hombre como de la
maternidad para conseguir la tan ansiada libertad.
FUENTES
PREGUNTAS
DE VERIFICACIÓN
- ¿Cuáles son los tres momentos básicos de la dialéctica hegeliana?
- ¿Que semejanza establece Simone de Beauvoir entre la relación amo-esclavo y la relación hombre-mujer?
- ¿Cuáles son los tres momentos en la relación entre hombres y mujeres?
Muchas gracias por vuestro esfuerzo. En
el trabajo se observa que le habéis dedicado tiempo y creatividad.
No obstante, cuando habláis de la dialéctica parecéis aceptar la
maternidad subrogada, pero segú Simone, no, esto debería quedar más
aclarado. Si encontráis algo en verde lo he añadido yo, en rojo
es que no está bien así.
En archivo adjunto os envío la rúbrica
y nota.
Mucho ánimo y que paséis estos días
con salud y de lo más ameno posible.
Alfonso.
DESCRITPORES |
ESPECIFICACIONES DE LOS DESCRIPTORES |
1,2 |
3,4 |
5,6 |
7,8 |
9,1 |
1. Datos del alumno y curso |
1.1 Datos del alumno y curso |
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1. 2 Formato del archivo word. No acepto pdf.
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2. Título de la pregunta |
2.1 El subtítulo del tema es la pregunta del
debate.
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3. Analiza la problemática de la pregunta a
debatir |
3,1Analiza los conceptos de la pregunta (desde
posiciones diferentes) |
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3.2 Ofrece datos reales sobre el problema de la
pregunta
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4 Expone la teoría relacionándola siempre con la
pregunta del debate. |
4.1. Explica cada uno de los contenidos temáticos
a partir de la respuesta a la pregunta.
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4.2 La exposición es rigurosa.
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4.3 Cita ejemplos y es didáctico.
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5 Reflexiona con coherencia sobre la problemática.
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5.1 Se esfuerza por enfocar el problema de la
cuestión desde presupuestos filosóficos del filósofo/a |
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5.2 Se esfuerza por razonar y aplicar cada
contenido filosófico a la cuestión |
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6 Está bien estructurado |
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7. Es clara y se expresa bien |
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x |
9. Comente pocas faltas de ortografía |
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10. Es congruente.
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11 Cita fuentes de información.
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12 Valoración general |
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13. Apto para exposición pública |
|
SI
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14. Presentado en plazo para ser corregido antes
de la exposición pública
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SI
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NOTA: 10
Recuerda seguir el siguiente protocolo:
- El ponente remitirá primero la exposición al profesor y en la dirección que se facilita en este folio. La redacción estará ajustada a la rúbrica. La redacción incluirá tres preguntas al final como mínimo.
- Se remitirá también un mapa conceptual que resuma la estructura de las ideas y los argumentos clave de acuerdo a la rúbrica facilitada.
- El profesor una vez corregido el trabajo y dado su visto bueno, será remitido por el alumno al resto de los miembros del equipo.
- Los miembros del equipo responderán las 3 preguntas de verificación formuladas al final de la redacción, y podrán formular aclaraciones al ponente que las resolverá por medios telemáticos. Las preguntas de verificación es necesario comprobar si están subidas a Aules, entrar en aules y responderlas allí, ya que el profesor puede cambiarlas allí.
- Hasta nuevo aviso el lugar para remitir los trabajos será: agullo_alf@gva.es
- Realizar visitas frecuentas a la plataforma aules los días que corresponda clase para seguir las actualizaciones periódicas.
Protocolo de la sesión para fases de
suspensión de clases por COVID-19:
Fase 1.
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